La vida

En la vida siempre hay algo para estar agradecidos. Nosotros tenemos la capacidad para escoger nuestros pensamientos, y pensar positivamente, esto es mucho más sano que detenernos en reproches o pensando repetidamente en el mismo problema.  Tenemos que encomendarnos a Dios para que nos permita ver con claridad, para no tener pesos de conciencia y liberarnos de ataduras de conformismo o de temor por la aceptación social.  La mayor enfermedad de la mente es pensar repetidamente en eso que nos angustia.  Todo esto perturba la serenidad propia de la mente y nos debilita.

Pensar demasiado es como comer demasiado: la pesadez impide mantenerse ligero y flexible.  Cuando pensamos demasiado solemos fantasear y reaccionar con desmesura, y así creamos sentimientos negativos.
La observación y la oración nos dan la paciencia y claridad necesarias para pensar y actuar de manera apropiada, al observar nos concentramos interiormente, lo que nos permite ver la realidad.  No dejemos que las palabras y opiniones de otros nos afecten, todo debemos tomarlo con beneficio de inventario dependiendo de quien vengan, sabes las intenciones que llevan.

Aprendamos a pensar antes de hablar, a orar y a observar antes de actuar.  De otra manera , los pensamientos, palabras y acciones desmesuradas acaban por generar trastornos emocionales, mentales y físicos.  Estos trastornos ocasionan cansancio, tensión, inquietud y temor.  Si no tenemos control sobre nosotros, serán otros los que nos controlen.  Trata siempre de ser agradecido, con Dios con tigo mismo y con los demás ya que nuestro pensamiento y las palabras estan conectadas, así atraes lo positivo, creas lo positivo, compartes lo positivo.  Dios mio te agradezco por Tu inmensa generosidad para con migo y los míos!