"Hombres Necios"
Sor Juana Inés de la Cruz
(1651 - 1695)
Hombres necios
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón
sin ver que sois la ocasión
de los mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana;
pues la que más se recata,
si no os admite es ingrata,
y si os admite es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
Más entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejáos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cual mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que se cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cual es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón.
acusaréis la afición;
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
(1651 - 1695)
Hombres necios
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón
sin ver que sois la ocasión
de los mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana;
pues la que más se recata,
si no os admite es ingrata,
y si os admite es liviana.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
Más entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejáos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cual mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que se cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cual es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón.
acusaréis la afición;
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
El título de tu poesía me lo dice todo... Y lo que leo me lo confirma... ¡Y lo decía Sor Juan Inés de la Cruz! Pues no han cambiado mucho las cosas en estos cientos de años...
ReplyDeletePero venía a darte las gracias por tu felicitación y a invitarte a que pases por mi blog cuando puedas (mejor tarde, porque contestando los comentarios no he hecho nada todavía...), porque hoy... ¡¡¡ES DÍA DE FIESTA!!!
Muchas gracias Angelet, y sí, ES DIA DE FIESTA!!!
ReplyDeleteQue la pases muy bien!
Hola Gara, yo encantada de acompañarte en esa travesía, despues de todo adoro los jardínes, sobre todo con muchas flores!
ReplyDeleteUn gran abrazo,
MariCarmen
Veo la gran lucidez e inteligencia de esta religiosa y maestra en tantas cosas..
ReplyDeleteElla resume la arrogancia,orgullo y necedad de los hombres que buscan a la mujer por deleite propio y no como persona y compañera.
En aquellos tiempos supo ver que la mujer era víctima, no valorada y en su crítica al varón,defiende maravillosamente a la mujer que atiende al hombre dándose al mundo en cuerpo y alma..
Precioso y buen poema,rítmico argumental y bien llevado.
Mi enhorabuena y un abrazo,amiga
M.Jesús
Comparto tu opinión, mi admiración por esta mujer es muy grande, sobretodo al situarla en el tiempo en que le toco vivir y su descripción acerca de la necedad de los hombres con una gran dosis de ironía es magistral. Además como tú lo dices el ritmo y el argumento es muy bien manejado. Gracias por tu aporte pues tu eres una maestra del tema, querida amiga.
ReplyDeleteUnfuerte abrazo,
MariCarmen.
Mis recuerdos y mi abrazo estés donde estés.. y sé feliz..!
ReplyDeleteM.Jesús