Padre Ignacio de Rosario
Una historia real del padre Ignacio.
Ceci tiene 2 hijos varones, el mayor de 10 años y el menor Facundo de 7.
El menor comenzó hace unos años con una patología neurológica que no puedo definir, pero por la que tenía frecuentes convulsiones.
Me llamó la atención que cuando yo atendía a Ceci, ella nunca se desprendía de su celular,
estaba siempre atenta por si la llamaban del colegio por alguna convulsión del nene, motivo por el cual salía corriendo de donde ella estuviese.
El neurólogo les dijo que lo que tenía su hijo, solamente podía ser operado en Canadá, previos estudios también en Canadá.
Los estudios eran de por sí complicados porque eran a cerebro abierto, y dependía de los resultados de los mismo si podía ser operado o no... Viajó toda la familia a Canadá, estuvieron 1 mes,
se hizo todo lo que se debía y pusieron fecha para la operación: setiembre/octubre de 2010. Costo de la operación: U$S 190,000.
Alguien le habló a Ceci del Padre Ignacio de Rosario, y llevada por la desesperación (cada día convulsiones más seguidas),
y en búsqueda por lo menos de algún consuelo, viaja a Rosario. El padre le dijo que le relatara algo de la vida del nene, cómo fue la circunstancia de su nacimiento, su vida, etc. Ceci comienza diciéndole que cuando ella quedó embarazada, no fue una alegría, en realidad no quería tener ese bebé. Pero al final decidió seguir adelante con el embarazo.
Y que ahora lo adoraba, que lo mejor que hizo en su vida fue seguir adelante. El Padre le dijo que esa noche, se acostara con su hijo y le contara todo esto que le relató a él.
Ella espantada le dice:
"pero Padre!! sólo tiene 7 años!!" y el Padre insistió:
"Cuéntale" Y después le vas reduciendo la medicación.
Así lo hizo, se acostaron juntos y Ceci poco apoco fue dirigiendo el tema a ese punto. Comenzó contándole desde que se conoció con su papá, que se amaron mucho, que nació el primer nene y que todo era felicidad, pero que cuando quedó embarazada de él,
no estaba muy contenta porque la circunstancia era distinta, ella era muy joven y no podía con 2 chicos, etc.,
pero que ahora estaba muy feliz de tenerlo y que lo amaba más que a nada en su vida, que estaba muy arrepentida de haber tenido ese sentimiento. El chiquito la escuchaba muy atentamente sin decir palabra, y cuando Ceci terminó sólo dijo: "gracias mami! volví a nacer!"
Facundo nunca más tuvo convulsiones.
Ni una sola. Fueron a la visita programada con anterioridad al neurólogo, y sólo le dijeron que Facu ya no tenía convulsiones, como el médico no salía de su asombro,
entonces Ceci le confesó que fue a ver al Padre Ignacio y que ella por su cuenta se había atrevido a quitarle la medicación a la mitad de la dosis.
Como ya estaba todo contratado en Canadá, y hasta los pasajes sacados, el médico les dijo: "devuelvan los pasajes, estas cosas ocurren".
No sé qué decirles, más allá de este milagro maravilloso y puntual, esto me lleva a pensar en las enfermedades. Las enfermedades son absolutamente del alma, no de otra cosa.
Los síntomas son físicos, pero el origen es espiritual. El padre Ignacio no hace milagros ni cura, sólo (y no es poco) ayudó a ver el origen.
Es un ser maravilloso con una sensibilidad y percepción especial.
También resalto lo que hizo Ceci, no es fácil hablar así con un hijo.
Me la imagino, ya que la conozco,
con su voz temblorosa pero segura de que era el bien para Facu.
"Sonríe siempre para no dar a los que te odian el placer de verte triste..."
Ignacio Peirés – (Padre Ignacio)
YO CONOZCO AL PADRE IGNACIO PORQUE VIVE A 50 KM DE DONDE YO VIVO. VA MUCHA GENTE A VERLO, EL DICE QUE NO CURA... QUE ES LA FE DE LA GENTE, PIENSO QUE ES ESO...
ReplyDeleteEL PADRE IGNACIO ES AMADO POR NUESTRO PAIS Y POR SU PUEBLO.
UN BESITO
Querida Luján es la fe que mueve montañas y el padre Ignacio, es un instrumento del Señor, para propagar la fe, en el mundo actual descreído, y tecnológico. Cuando puedas visítalo y lleva mis saludos de amor y esperanza.
DeleteUn abrazo enorme amiga.
Querida MariCarmen, gracias por compartir tan bonito testimonio. Tu lo dices la fe mueve montañas... muy enriquecedor testimonio amiga. Te dejo un abrazo inmenso y te deseo un hermoso fin de semana junto a tu preciosa familia.
ReplyDeleteLina
Lo mismo para tí querida Lina, te deseo una buena semana con salud y rodeada del amor de los tuyos.
DeleteUn miy fuerte abrazo!
Hola Mari Carmen, me ha encantado el relato, que sé cierto, tanto en su aspecto físico como en el espiritual. También la sencillez en tu forma de relatarlo.
ReplyDeleteUn abrazo.
Gracias Carlos, las enfermedades en su gran mayoria derivan de problemas que el alma tiene, y el padre Ignacio bien que lo sabe, este caso como muchos otros nos muestra la importancia de la fe y del amor para tratar siempre de ser mejores y ayudar a quienes amamos.
ReplyDeleteUn gran abrazo.
MariCarmen, gracias a Dios todos nos vamos dando cuenta de que nuestros pensamientos y nuestros actos nos crean las enfermedades e influimos positiva o negativamente en los que tenemos cerca...Sería todo muy fácil si habláramos con comprensión y amor, pero lo complicamos con el miedo, la duda y la desconfianza...Debemos seguir aprendiendo a elevar el espíritu a ser coherentes con los que pensamos, decimos y hacemos...
ReplyDeleteMi felicitación por tu bello y sencillo relato...Mi abrazo y mi cariño, amiga.
M.Jesús
María de Jesús, los pensamientos son poderosos, por eso debemos comprender que lo espiritual está fuertemente ligado con lo físico y que hacer el bien comienza por desear el bien.
DeleteAgradecida por tu visita y por tu cercanía, querida amiga.