La Nostalgia de los Cuartos Vacíos


Cuando los hijos comienzan a tomar vuelo de sus propias alas, aunque no lo creamos; es porque ya están preparados para ello.  Ellos tienen las bases de lo que ya le hemos dado, es cuando realizamos lo importante de una formación espiritual una solida fe y principios morales, porque las experiencias que comenzarán a vivir serán su escudo, de ahí en adelante confiar en ellos y que tengan claro que estamos allí, para apoyar pero no para resolver.  El camino de las soluciones y los obstáculos a sortear es estrictamente de ellos, amor y consejo cuando pidan opinión.  De resto a ellos de enfrentar las grandes batallas.

Nostalgia de los cuartos vacíos
Se han ido con un equipaje, lleno de todo aquello que con amor les fuimos transmitiendo, en su corazón y en su mente.
 
Nostalgia de los cuartos vacíos
Hoy Jesús, traigo nostalgia en el alma.

Hoy Jesús, mis ojos traen vaho de lágrimas, porque hay demasiado silencio en mi casa y he venido aquí para que postrándome a tus plantas sienta el consuelo de tu entrega, también de tu desprendimiento a tantas cosas con la única resolución de hacer la voluntad de tu Padre. Y me detengo un momento a pensar ...¡ cómo hiciste el corazón de la mujer, como hiciste el corazón de las madres!. Y hoy te vengo a contar todos mis pensamientos, sentimientos y nostalgias....

La mujer está en la política, en la ciencia, en la comunicación, pero su esencia de mujer no la ha de perder así como tampoco su ternura, su sensibilidad y el percibir las cosas de manera diferente al hombre. Esto tiene relación con el hecho de cómo sentimos las madres cuando los hijos se van. Los padres lo asumen de distinta manera y las horas fuera del hogar los distraen y los confortan.

Las mujeres cuando nos convertimos en madres, pasamos por etapas diferentes: la espera, los hijos pequeños, los hijos en la adolescencia, los hijos jóvenes y cuando los hijos se van. Suena esto a título de película, pero esto es lo que en estos momentos nos ocupa y atañe. Cuando los hijos se van.

Los hijos se van por diferentes motivos. Porque se casan, por el trabajo, por lo estudios, en fin, por el motivo que sea, pero llega un tiempo en que se van. Parece que aún oímos las risas, las conversaciones, las discusiones, el teclear de la máquina de escribir o de la computadora ya muy entrada la noche para entregar un trabajo al día siguiente en la Universidad. Un suéter, un zapato, varios cuadernos dejados en el sitio más inverosímil de la casa... Sus habitaciones no con el orden que hubiésemos deseado y que siempre pedimos inútilmente, el retrato del novio o de la novia... Calor y color por todas partes, ruido, música, VIDA.

La casa tuvo las habitaciones destinadas a ellos y se fueron transformando con el paso de los años. Cuartos infantiles primero: muñecos de peluche en las repisas y en el suelo, un elefante, una avestruz, una pelota, un barco, un osito, una muñeca, un avión. Después... fotografías, póster, banderines del equipo favorito, libros, revistas, etcétera. Movimiento de entradas y salidas, llamadas telefónicas de larguísimas conversaciones... En los fines de semana el vestido de noche sobre una silla y el silencio de un profundo sueño juvenil en las mañanas de los domingos.

Esos cuartos ahora están vacíos. Muy en orden, con el orden que tantas veces predicamos y que ahora nos duele. Quietos, callados. Entramos en ellos con pasos quedos, quién sabe por qué y recorremos con la vista las camas con sus colchas impecables, todos los rincones... todo está en orden, todo está bien. Levantaron el vuelo. Se fueron del nido. Se fueron del nido que los cobijó por años. Nosotros, sus padres, los enseñamos a volar y se fueron.

Van a volver pero nada será igual. Regresarán hombres y mujeres forjados en el diario vivir. Con sus vidas propias y manejadas a su manera. Están comenzando la más seria y profunda experiencia, igual que nosotros lo hicimos.

Tenemos que retirarnos de la presencia activa en sus vidas y pasar a ser la parte contemplativa de sus existencias y sus proyectos. Se han ido con un equipaje, lleno de todo aquello que con amor les fuimos transmitiendo, en su corazón y en su mente. Muchas de "esas cosas" estarán dormidas hasta que ellos sean padres... Llevan como escudo, para todos los infortunios que la vida les depare, su fe en Dios y su amor a Él. Los forjamos en el deber y en el afán de la excelencia para emprender toda clase de experiencias y sabrán dar amor porque amor les dimos.

En el abrazo se llevan nuestro corazón, pero después abrimos los brazos y los vemos partir...para que la VIDA los reciba.

Los recuerdos son de "otros tiempos". La nostalgia es el presente de los cuartos vacíos. 

Comments

  1. Hola MariCarmen, qué lindo pasar por tu cálido blog... Sabes?... te escribo estas líneas con lágrimas en los ojos que no puedo evitar al leer la realidad del contenido del post... tan cierto, que ya me duele el corazón.
    Ya sabes que mi hija mayor estudia Medicina y mañana se va por una semana a un Congreso... duele asumir y que un día alzarán bueno, pero como bien dices, son ellos los que forjarán su destino, solo nos queda esperarlos siempre con amor y con los brazos abiertos.
    Te dejo muchos cariños y saludos desde Perú.

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    1. Querida Nuria, cómo te comprendo y te felicito al mismo tiempo por esa hija que has formado en el amor a Dios y el respeto a sus padres, a sí misma y a los demás. No son nuestros, son de la vida y nos cuesta comprenderlo, así fuímos nosotras un día, ahora les toca a ellos.

      Un fuerte abrazo, desde Québec.

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  2. MariCarmen, tu post lo hago mío, amiga...Soy madre y he pasado por todas esas etapas, que nos cuentas en tu post...He tenido que superar las ausencias y aceptarlas, ahora los contemplo desde lejos y confío en que la Providencia los ilumine , los proteja y los guíe...Es difícil el desapego, pero nos engrandece el espíritu, porque el amor sigue ahí sobrevolando el tiempo y la distancia...Mi gratitud y mi abrazo grande por tu bella y sabia reflexión, amiga.

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    1. Gracias, querida Ma. Jesús, nos identificamos en esta reflexión y nos apegamos a Dios y la Virgen, confiando en ellos y guardando siempre la fe.
      El amor es nuestro motor en el tiempo y la distancia, para que las experiencias a superar y la fe sean su escudo.

      Feliz inicio de semana amiga.

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  3. Felicidades “ Mª Carmen” Saludos

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    1. Gracias José Ramón, un gran saludo y buenos deseos de bienestar.

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  4. Es lo normal que los hijos vuelen, se van porque no nos pertencen, son de ellos mismos de la vida. Pero por experiencia te digo, pronto esos cuartos tendran voces y risas, serán los nietos quienes colmen tu vida.

    Un abrazo.

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  5. Gracias por la esperanza que viene de la experiencia, que vengan los nietos cuando mis hijos maduren y estén preparados, que vengan dentro de un hogar cristiano y bien consolidado es mi deseo.

    Un fuerte abrazo apreciada Rosa.

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