Saber lo que Quieres

Saber lo que Quieres

No te limites a generalizar qué cosas querrías conseguir. No tengas tan sólo una vaga idea en cuanto a dónde querrías llegar. 
Dite a ti mismo exactamente qué es lo que esperas de ti mismo. Haz que tus metas resulten vívidas, claras y precisas. 
Ya sea que estés dando vueltas a la manzana o atravesando el océano, tu destino está siempre en un punto único y específico. La única manera en que puedes llegar a ese punto es definiendo claramente y sin ambigüedades adónde se encuentra. 
Lo mismo vale para cada destino que intentes alcanzar, ya sea que se trate de un lugar, una persona, un objeto o un conjunto de condiciones. Cuando la meta es clara y específica y está reflejada en tu mente con todo el color, la textura, los sonidos y los sentimientos, puedes tener la certeza de que vas a poder llegar allí. 
El éxito es, en gran medida, una cuestión de decidir sobre cada pequeño detalle respecto de lo que deseas conseguir. Porque cada detalle que visualizas te aporta un nuevo camino hacia tu meta. 
Sabe qué es lo que buscas, y sábelo con detalle y precisión. Porque eso es exactamente lo que conseguirás. 

Eso conlleva una gran capacidad de adaptación y comprensión de lo que nos rodea y hacia los demás, pero debe partir del autoreconocimiento de ti mismo.  Aceptar tus tebilidades y ser consciente de tus fortalezas.  Ten simpre claro tu objetivo, no te apartes de el, sólo moldealo y ten en cuenta que para lograrlo no debes pasar por encima de nadie o hacer daño eso jamás, antes por el contrario, manten fírme tus principios y piensa con altruísmo.  El bien general siempre repercute en el bien particular. Guarda la meta siempre en tu mente.