Costumbres de mi Tierra
Nacer donde nací, me llena de orgullo y me hace recordar lo peculiar que somos.
Dice mi madre que estando recien casada con mi padre y aclimatandose al calor y costumbres Caribeñas y de la familia de mi padre, que aún despues de muchos años ella no logra entender del todo, pero como mujer comprensiva que es, ella ha aceptado; lo que desde luego no quiere decir asimilado y digerido del todo.
En ese entonces cuando yo ní habia nacido, murió mi bisabuela y ella viajo a Mahates para su velorio y en medio de un cálor húmedo terrible, ella observo debajo del ataúd de la difunta un enorme trozo de hielo, para hacer lenta la descomposición en semejantes temperaturas y hacer posible que las plañideras pudieran hacer bien su trabajo no importando el tiempo que se llevara. Ella iba de sorpresa en sorpresa cuando vió a estas lloronas que nada tenian que ver con la familia con su piel muy oscura llorar en el más grande de los desconsuelos.
Los servicios eran los siguientes, "LLorar con gusto es nuestra profesión, pero para eso hay que arreglarse antes con la tarifa". "llorada sentada la hora a dos pesos, llorada abrazando el ataúd cinco pesos, y privada en el suelo diez pesos la hora. (Los precios los he obtenido de Estampas de la Cartagena de ayer).
Las plañideras se vestian todas de negro, hasta los pies, con chalina negra y abanico del mismo color. Al entrar a la casa preguntaban por el nombre de la difunta a la que llamaban niña y repetian su nombre sin cesar con alaridos de dolor y toda la familia concentrada en la escena. Decian querer irse con ella y dejar la vida, con rosario en mano, mezclaban su dialecto africano con el latín, y al final decian, "lte et vita"!
Cumplida su misión la que estaba más cerca de la puerta, exclamo,-" Bueno, el muerto al hoyo y el vivo al gozo. Ya esta tanda se acabó y nosotras nos vamos con nuestra lloradera a otra parte"
Estas costumbres, estan ya desaparecidas pero mi madre que no es tan vieja, de que las vió las vió!
Las costumbres de la Tierra hay que cuidarlas, mantenerlas y cuidarlas. Me ha gustado mucho Mª Carmen. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
ReplyDeleteGracias Pepe, a mi también me gusto mucho tu entrada sobre los Costaleros.
ReplyDeleteMariCarmen
Estas costumbres funerarias son comunes en muchos países, en Argentina lo eran hace cientos de años, ahora ya no se practican. Tu anécdota, la que te cuenta tu madre, me parece entrañable, rescata desde la profundidad de nuestras raíces todo aquello que el tiempo ha intentado borrar en su loca carrera.
ReplyDeleteMe encantó tu post, amorosa, siempre es un placer leerte :)
Un beso enorme y buen fin de semana.
Así es mi querida Liliana estas costumbres eran usuales en otros países como en la España Andaluza dada la influencia Arabe y estan inmersas en la profundidad de nuestras raíces.
ReplyDeleteSiempre me aportan mucho tus comentarios, lo cual te agradezco de corazón.
Mi abrazo sincero y mi gratitud, feliz fín de semana.
Las costumbres profundas se van perdiendo, pero no eses recuerdos que tu bien nos describes...
ReplyDeleteMe ha encantado tu post querida, es un gustazo leerte!...
Un abrazo inmenso y buen fin de semana
Querida Alicia mía, guardar los recuerdos es lo que nos queda.
ReplyDeleteUn fuerte abrazo y feliz fin de semana.
MariCarmen,gracias por tus palabras,siempre agradables y cercanas.
ReplyDeleteNos cuentas esas costumbres,que pondrían muy nerviosos a todos con sus lloros y aspavientos...Aquí en España,cuando alguien exagera en un duelo,también se le llama plañidera y no está bien visto,porque es algo artifícial.
Mi felicitación y mi abrazo grande,amiga.
M.Jesús
La verdad es que nada mejor que las demostraciones sinceras, si lo van a llorar a uno que sea porque lo sienten y aun mejor que eso prefiero ser recordada con cariño por mis buenas acciones.
ReplyDeleteUn sincero abrazo y feliz semana M. de Jesus.