Retorno a las Raíces

Las raíces son el cimiento oculto el sosten. Todo cimiento está oculto pero, aunque no se ve, sostiene toda la estructura. Ya sea nuevo o viejo, feo o hermoso, un edificio requiere cimientos sólidos para permanecer en pie.
Mientras no examinemos las raíces de nuestra existencia humana no podremos comenzar a comprendernos y cambiar. La psicología ha intentado llegar a estas raíces y nos ha ayudado a comprender el mundo interno de nuestros procesos conscientes y subconcientes. Sin embargo, para conocernos verdaderamente debemos regresar a la semilla.
El alma-es decir, el verdadero yo- es pura y es una energía que nos acerca a Dios. El sendero espiritual nos lleva a experimentar esta preciosa energía, la conciencia resurge con ímpetu y reconocemos de donde procedemos y a donde queremos llegar. El reconocimiento de esta percepción nos da confianza y esperanza.
La vida es entonces más real y, en consecuencia, más plena de felicidad. Nos vemos renovados.
Así es como yo me siento cada vez que vengo de ver a mi padre, lo escucho y aprendo mucho de su comprensión y generosidad de compartir. Dios permita la presencia de mi Padre en mis hijos, para que crezcan siendo hombres de bien, trabajadores, honestos y humildes.