Tristeza por la Mía Culpa
Tristeza por la Mía Culpa
Hay momentos en la vida en que no sabemos a quien acudir, pero ahí está Dios.
Hay momentos de impotencia, pero ahí stá Dios
Hay momentos de desconsuelo, pero ahí está Dios.
Hay momentos en que sólo vemos el resultado de nuestros errores, pero ahí está Dios.
Hay momentos en que no sabemos porque suceden ciertas cosas, pero ahí está Dios.
Hay momentos de confusión, pero ahí está Dios.
Hay momentos en que hubieramos querido hacer las cosas diferente, pero ahí está Dios.
Hay momentos en que nos lanzan piedras, pero ahí está Dios.
Hay momentos en que la autocrítica es muy fuerte, pero ahí está Dios.
Hay momentos en que nos aferramos al pasado, no logramos perdonar y olvidar, aunque sepamos que está Dios. Perdemos la oportunidad de cambiar la manera de pensar desaprovechando las oportunidades del presente.
Los problemas y las dificultades son una señal de que debemos cambiar nuestra actitud y comportamiento. Necesitamos reconocer nuestra debilidades y responsabilizarnos por las decisiones que tomamos. Sólo si lo hacemos, ganamos la libertad.
Las demás personas no son la causa ni la solución de nuestro infortunio. Nunca encontraremos soluciones si nos preocupamos por culpar a otros: nuestra mente estará demasiado llena de resentimiento, animosidad y desesperanza para tener la claridad de escoger con sensatez.
Al culpar a otros justificamos nuestra falta de responsabilidad; al culparnos justificamos nuestros sentimientos de culpa e inferioridad. Como yo sé, Dios mío que allí estás, llename del Espíritu Santo, de toda la espiritualidad y sabiduría que necesito, para no culpar a los otros ó estar continuamente culpandome por lo que otros hacen. Así sea!
MariCarmen Moreno Madriñán
Precioso Mari Carmen, Él siempre está ahí para escucharnos y atendernos cuando cometemos faltas. A Él debemos acudir y asumir nuestros errores. Me ha gustado mucho amiga. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ReplyDeletehttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Gracias Pepe, Él siempre está ahí para ánimarnos, nos corrige pero nunca nos abandona!
ReplyDeleteUn fuerte abrazo.